El árbol que mueve algunos a lágrimas de felicidad,
en la mirada de otros no es más que un objeto verde
que se interpone en el camino.
William Blake
Se trata de un trabajo de investigación artística de materiales y productos derivados del pinar como reflexión de la transformación en la relación del hombre con el medio natural. La recuperación de la actividad resinera abre una nueva posibilidad de existencia del bosque como fuente de riqueza económica, lo cual conlleva su conservación, aprovechamiento y replantación. La explotación resinera sirve en este contexto como hilo conductor para indagar en la relación social con la naturaleza, desde un punto de vista de desarrollo para el futuro.
El Pinus pinaster, también conocido como resinero o negral, al que hace referencia el título del proyecto, y el Pinus pinea o piñonero son los árboles más comunes en la zona de Portillo. En la actualidad la extracción de la resina se realiza de forma sostenible, mediante turnos de 100 años por árbol, utilizando un sistema que lo mantiene vivo. Se eligen ejemplares con un mínimo contorno de tronco de 30 cms. y una antigüedad de unos 40 años. Es una producción renovable que reduce la desertización, creando nuevas relaciones con el medio rural. Gran parte de estos bosques son fruto de replantaciones que en Portillo sirven para fijar las dunas de arena, convirtiéndose en sistemas creadores de vida.